Una explosión de erizos de mar amenaza con llevar a los arrecifes de coral en Hawai “más allá del punto de recuperación”Ericks Webs DesignEricks Webs Design

El agua turquesa de la bahía de Hōnaunau en Hawai, una zona popular entre buceadores y practicantes de esnórquel, está repleta de criaturas espinosas que amenazan con llevar al arrecife de coral “más allá del punto de recuperación”, según una nueva investigación.

El número de erizos de mar en esta zona está explotando a medida que las especies de peces que normalmente mantienen sus poblaciones bajo control disminuyen debido a la sobrepesca, según el estudio publicado el mes pasado en la revista PLOS ONE. Es otro golpe para un arrecife que ya sufre daños por la contaminación, así como por las olas de calor oceánicas y el aumento del nivel del mar impulsados por el cambio climático.

Kelly J. van Woesik, investigadora del Centro de Análisis Geoespacial de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y autora del estudio, notó por primera vez un número inusualmente alto de erizos de mar durante excursiones de esnórquel. “Sabía que había una historia que contar”, dijo.

Ella y sus colegas investigadores utilizaron datos de encuestas de buceo y fotografías aéreas para monitorear la salud del arrecife.

“Encontramos un promedio de 51 erizos por metro cuadrado, lo que está entre las densidades más altas registradas en arrecifes de coral en cualquier parte del mundo”, señaló van Woesik.

Los erizos de mar son pequeños invertebrados marinos, caracterizados por sus cuerpos espinosos y presentes en océanos de todo el mundo. Cumplen una función útil al evitar el crecimiento excesivo de algas, que pueden asfixiar al coral al cortar el suministro de oxígeno. Sin embargo, también se alimentan del arrecife y, si hay demasiados, pueden causar una erosión dañina.

En la bahía de Hōnaunau, el coral ya tiene dificultades para reproducirse y crecer debido al calor oceánico y la contaminación del agua, lo que lo deja aún más vulnerable a la erosión provocada por los erizos de mar.

Su tasa de crecimiento ha caído en picada, según el estudio.

El crecimiento del arrecife suele medirse por la cantidad de carbonato de calcio —la sustancia que forma los esqueletos de coral— que produce por metro cuadrado cada año.

El arrecife en la bahía de Hōnaunau está creciendo 30 veces más lento que hace cuatro décadas, según el estudio. Los niveles de producción eran de alrededor de 15 kilogramos (33 libras) por metro cuadrado en partes de Hawai, lo que indicaba un arrecife saludable, según la investigación de la década de los ochenta.

Hoy, el arrecife en la bahía de Hōnaunau produce solo 0.5 kg (1.1 libras) por metro cuadrado.

Para contrarrestar la erosión causada por los erizos, al menos el 26 % de la superficie del arrecife debe estar cubierta por corales vivos, e incluso se necesita más cobertura de coral para que crezca.

Gregory Asner, ecólogo de la Universidad Estatal de Arizona y autor del estudio, dijo que lo que está ocurriendo en esta parte de Hawai es emblemático de las crecientes presiones que enfrentan los arrecifes en toda la región.

“Durante 27 años he trabajado en la bahía de Hōnaunau y en otras bahías similares en Hawai, pero Hōnaunau destacó desde el principio como un ejemplo icónico de un arrecife amenazado por una combinación de presiones”, señaló, citando el aumento de las temperaturas oceánicas, la contaminación derivada del turismo y la pesca intensiva.

Las implicaciones del declive del coral son de gran alcance. Los arrecifes de coral a veces son llamados “los bosques lluviosos del mar” porque sustentan gran parte de la vida oceánica. También desempeñan un papel vital en la protección de las costas contra marejadas y la erosión.

“Si el arrecife no puede mantenerse al ritmo del aumento del nivel del mar, pierde su capacidad de limitar la energía de las olas entrantes”, dijo van Woesik. “Eso aumenta el riesgo de erosión e inundaciones en las comunidades costeras”.

Kiho Kim, profesor de ciencias ambientales en la American University, quien no participó en el estudio, dijo que los hallazgos resaltan la fragilidad de los ecosistemas de arrecifes bajo estrés.

“El aumento drástico de cualquier especie indica una condición inusual que les ha permitido proliferar”, señaló Kim. Ese desequilibrio puede socavar la diversidad y reducir la capacidad del arrecife para brindar servicios ecosistémicos esenciales, como la seguridad alimentaria y el almacenamiento de carbono, dijo a CNN.

A pesar de los desafíos, los investigadores enfatizan que el futuro del arrecife no está definido. Grupos locales en Hōnaunau están trabajando para reducir la presión de la pesca, mejorar la calidad del agua y apoyar la restauración del coral.

“Estos arrecifes son esenciales para proteger las islas que rodean”, dijo van Woesik. “Si no actuamos ahora, corremos el riesgo de permitir que estos arrecifes se erosionen más allá del punto de no retorno”.

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