El Servicio Meteorológico de Texas defiende pronósticos mientras los funcionarios cuestionan las advertencias de inundacionesEricks Webs DesignEricks Webs Design

Las fuerzas que descendieron sobre el río Guadalupe en Hill Country, Texas, el jueves por la noche fueron el peor escenario posible.

El equivalente a cuatro meses de lluvia cayó en apenas unas horas dando lugar a un muro de agua que avanzaba por el río en la oscuridad de la noche, limitando el número de personas que podían recibir las advertencias y trasladarse a terrenos más altos.

El Servicio Meteorológico Nacional advirtió sobre inundaciones potencialmente mortales a lo largo del río en una serie de alertas emitidas durante la madrugada. Sin embargo, persisten dudas sobre a cuántas personas llegó, si las vacantes críticas en las oficinas meteorológicas pudieron haber afectado la difusión de las alertas y si la llamada fatiga de alertas había estado aumentando entre los residentes de una región descrita como una de las más peligrosas del país en cuanto a inundaciones repentinas.

El Servicio Meteorológico Nacional se ha visto duramente afectado por los recortes de personal bajo la administración Trump, pero eso puede no haber afectado significativamente los pronósticos y advertencias para esta inundación histórica y mortal.

Las dos oficinas del NWS de Texas más involucradas en el pronóstico y la advertencia sobre las inundaciones en el río Guadalupe (Austin-San Antonio y San Angelo) carecen de algunos miembros clave del personal, pero aun así emitieron una serie de alertas y advertencias sobre el peligro de inundaciones.

La pregunta es si las advertencias llegaron a quien era necesario.

Tom Fahy, director legislativo del sindicato de empleados del NWS, dijo a CNN que si bien cree que las oficinas tenían “personal y recursos adecuados”, a la oficina de Austin-San Antonio le falta un meteorólogo coordinador de alertas, un rol que sirve como vínculo directo y crucial entre los pronosticadores y los administradores de emergencias.

Esta vacante en la oficina de Austin-San Antonio, junto con otros roles clave, fueron el resultado de los incentivos de jubilación anticipada ofrecidos por la administración Trump para reducir el tamaño del gobierno federal, dijo un funcionario de la NOAA a CNN.

El Servicio Meteorológico Nacional comenzó a pronosticar la amenaza de inundaciones en el condado de Kerr tan temprano como el jueves por la mañana con una perspectiva de inundaciones peligrosas.

A la 1:18 p.m. CT se emitió una alerta de inundación que destacó a Kerrville, entre otros lugares, como en riesgo de inundaciones repentinas, aunque notablemente, como han planteado los funcionarios locales, el pronóstico era de menos lluvia de la que cayó: de entre 127 y 177 milímetros para un evento que finalmente dejó caer hasta 381 milímetros en partes del centro de Texas.

El jueves por la tarde y noche se publicaron varios pronósticos técnicos con información cada vez más precisa sobre la magnitud de las posibles inundaciones. A las 18:30, los meteorólogos fluviales pronosticaban lluvias intensas localmente que “sobrepasarían rápidamente” la capacidad del suelo para absorber el agua.

Se espera una rápida escorrentía, con la posibilidad de inundaciones repentinas y urbanas considerables a nivel local. La ocurrencia nocturna también aumentará el riesgo potencial y los impactos, predijeron los meteorólogos. También señalaron la posibilidad de un episodio de lluvia histórica, aunque no está claro si este mensaje llegó a los gestores de emergencias.

La primera alerta de “inundaciones repentinas potencialmente mortales” para Kerrville se emitió a la 1:14 a.m. y estaba programada específicamente para activar el Sistema de Alerta de Emergencias. Habría sonado la alarma en los teléfonos celulares de la zona advertida, siempre que estos tuvieran cobertura y sus usuarios no hubieran desactivado las alertas meteorológicas del EAS.

Tres horas después, la Oficina del Sheriff del Condado de Kerr envió el primer informe de inundaciones en los cruces de aguas bajas.

Siguieron varias otras alertas críticas, advirtiendo de la amenaza inminente: se emitió una advertencia de emergencia por inundaciones repentinas para el condado de Kerr a las 4:03 a.m., seguida de una para Kerrville a las 5:34 a.m.

El río se desbordó alrededor de las 5:00 de la mañana, arrastrando casas, coches, caravanas y cabañas. La ola de inundación de 6 metros tardó unos 90 minutos en descender por el río Guadalupe durante la noche del jueves, provocando la segunda cresta más alta registrada en el río.

Varias oficinas del NWS en todo el país están en peores condiciones que San Angelo o Austin-San Antonio, trabajando con tan poco personal que ya no funcionan las 24 horas del día, los siete días de la semana.

Muchas oficinas de pronóstico del NWS han dejado de lanzar sus globos meteorológicos dos veces al día, que proporcionan datos críticos que pueden alertar a los meteorólogos sobre la posibilidad de inundaciones y otros fenómenos meteorológicos peligrosos.

El funcionario de la NOAA defendió los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional y dijo que el desastre en última instancia fue resultado de demasiada lluvia en muy poco tiempo en uno de los lugares más vulnerables del país a las inundaciones repentinas, y en las horas de la noche, el peor momento del día para enviar advertencias a las personas en peligro.

Esta población en particular está inundada de alertas y advertencias meteorológicas a todas horas del día y de la noche. En Texas Hill Country, donde las inundaciones repentinas son provocadas frecuentemente por tormentas eléctricas de verano, puede instalarse la fatiga de advertencias.

La tragedia del condado de Kerr también pone de relieve las limitaciones de la tecnología actual de pronóstico: simplemente aún no es posible predecir que un conjunto de tormentas eléctricas que acumulan meses de lluvia se estancará en un punto específico. Los expertos advierten que los esfuerzos de investigación para encontrar respuestas a estas preguntas de pronóstico podrían verse pronto frustrados si se aprueba el presupuesto de 2026 de la administración Trump , justo cuando el país necesita ampliar los límites de la capacidad de los modelos meteorológicos.

El presupuesto busca eliminar todos los laboratorios de investigación meteorológica y climática de la NOAA, así como los institutos gestionados conjuntamente con universidades de todo el país. La división de investigación de la NOAA se eliminaría por completo según la propuesta, que está sujeta a la aprobación del Congreso.

Esto paralizaría la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías de previsión, incluidos los modelos informáticos y los escenarios de alerta meteorológica severa, y obstaculizaría la predicción de peligros como las inundaciones repentinas.

Uno de los laboratorios de la NOAA que se prevé cerrar es el Laboratorio Nacional de Tormentas Severas en Norman, Oklahoma, que trabaja para mejorar el pronóstico de inundaciones repentinas, entre otros peligros derivados de tormentas eléctricas severas.

Los recortes a la investigación de la NOAA se producirían justo cuando el cambio climático provocado por el hombre está dando lugar a lluvias más frecuentes e intensas como las que provocaron esta tragedia en Texas.

La portavoz de la NOAA, Kim Doster, dijo a CNN que el Servicio Meteorológico proporcionó suficiente tiempo de anticipación antes del inicio de las inundaciones repentinas en el río Guadalupe.

El Servicio Meteorológico Nacional está consternado por la trágica pérdida de vidas en el condado de Kerr. El 3 de julio, la oficina del NWS en Austin/San Antonio, Texas, realizó informes de pronóstico para la gestión de emergencias por la mañana y emitió una alerta de inundación a primera hora de la tarde, declaró Doster.

También se emitieron alertas de inundaciones repentinas la noche del 3 de julio y la madrugada del 4 de julio, lo que indicaba un plazo preliminar de más de tres horas antes de que se produjeran las condiciones de inundación repentina.

Si bien las inundaciones del 4 de julio fueron el peor caso posible, el escenario se está volviendo más frecuente a medida que el mundo se calienta: más lluvias llegan más rápido que nunca antes, con modelos de pronóstico inherentemente sesgados hacia lo que solíamos considerar “normal”.

Para decenas de familias, la “normalidad” se hizo añicos el jueves por la mañana cuando se despertaron con lluvias torrenciales e inundaciones catastróficas que desde entonces han dejado al menos 51 muertos, incluidos 15 niños, según funcionarios locales.

Mientras continúa la búsqueda intensiva de más de 20 niñas en el condado de Kerr, Texas, que siguen desaparecidas después de que la histórica inundación arrastró a docenas de ellas de un campamento de verano, los funcionarios locales insisten en que no podrían haber hecho nada más para evitar la tragedia.

El gobernador Greg Abbott elogió a los funcionarios federales y locales en una larga conferencia de prensa el sábado y defendió la respuesta, calificándola de rápida frente a una inundación que ocurre una vez cada siglo.

“No se preocupen, nadie sabía que se avecinaba una inundación como esta. Tenemos inundaciones todo el tiempo”, declaró el juez del condado de Kerr, Rob Kelly, en una conferencia de prensa el viernes. “No teníamos ninguna razón para creer que esto se parecería a lo que ha ocurrido aquí. Ninguna, en absoluto”.

El juez del condado de Kerr dijo que no cuentan con un sistema de alerta para inundaciones, mientras que el administrador de la ciudad de Kerrville dijo que “no podían anticipar” la gravedad de las inundaciones a pesar de las advertencias porque el evento ocurrió muy rápido.

“Habrá muchas acusaciones, muchas dudas y críticas a primera vista”, dijo el congresista texano Chip Roy. “Mucha gente pregunta por qué y cómo, y lo entiendo. Entiendo por qué los padres y todos los medios de comunicación se hacen esas preguntas”.

La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, defendió la respuesta del gobierno y del Servicio Meteorológico Nacional en una conferencia de prensa el sábado.

“Todos saben que el clima es extremadamente difícil de predecir, pero también que el Servicio Meteorológico Nacional, a lo largo de los años, a veces ha tenido buenos resultados, y en ocasiones, todos hemos deseado más tiempo, más advertencias, más alertas y más notificaciones”, dijo Noem.

La secretaria del DHS dijo que el presidente Donald Trump quiere arreglar y mejorar la tecnología que utiliza el Servicio Meteorológico Nacional.

“El Servicio Meteorológico Nacional ha indicado que, junto con la NOAA, necesitábamos renovar este antiguo sistema que el gobierno federal ha mantenido durante muchos, muchos años, y esas son las reformas que están en curso”, dijo Noem.

Un funcionario de la NOAA dijo que no sabían específicamente a qué se refería Noem, pero que se están realizando actualizaciones en las redes informáticas, radares y sistemas de modelado de la agencia.

Algunas de esas mejoras se han estado llevando a cabo desde antes de que Trump asumiera el cargo para su segundo mandato.

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