Cómo Home Depot se convirtió en un imán para jornaleros y un objetivo para ICEEricks Webs DesignEricks Webs Design

El verano es la época más ocupada del año para los inmigrantes jornaleros fuera de Home Depot, consiguiendo trabajos como techadores, pintores y obreros de la construcción.

Pero la multitud habitual de trabajadores, tanto legales como indocumentados, ha desaparecido de muchos estacionamientos de Home Depot.

Docenas de jornaleros han sido arrestados en los últimos meses fuera de varias tiendas en Los Ángeles, Nueva York y Baltimore, lo que ha impulsado protestas a nivel nacional. El alto funcionario de la Casa Blanca, Stephen Miller, ordenó a los oficiales de ICE a fines de mayo que apuntaran a los jornaleros en Home Depot y otros negocios, informó el Wall Street Journal, como parte del impulso de deportaciones del Gobierno de Trump.

“En este momento estoy atrasado con mi renta porque tengo miedo de que me detengan en la esquina de Home Depot o de tener un encuentro con ICE”, dijo a CNN un jornalero indocumentado que lleva una década en Estados Unidos.

Este trabajador, quien habló bajo condición de anonimato por temor a la deportación, ha dejado de buscar empleo fuera de un Home Depot en East Windsor, Nueva Jersey. “Esta es la temporada más importante para que trabajemos, y el miedo nos está impidiendo salir.”

No es casualidad que Home Depot esté en el centro de una volátil lucha por la inmigración. La quinta cadena minorista más grande de EE.UU. tiene una relación tensa y de décadas con los jornaleros.

A medida que Home Depot se expandió por Estados Unidos desde los años 80, creció a su alrededor una economía informal de jornaleros en busca de trabajo, la mayoría de México y Sudamérica, en los extensos estacionamientos de la compañía en ciudades y suburbios con grandes poblaciones inmigrantes.

La relación ha sido, a veces, simbiótica. Home Depot se beneficia al ser un lugar único para que pequeños contratistas y propietarios encuentren las herramientas y materiales para sus proyectos y los trabajadores necesarios para completarlos. Los jornaleros con transporte limitado obtienen acceso a un popular y centralizado punto de contratación.

Pero los lazos complejos entre los jornaleros y Home Depot están rotos.

“No sabemos qué hacer”, dijo el trabajador, quien está afiliado al grupo de defensa laboral Resistencia en Acción NJ. Afuera de Home Depot “no tenemos ningún tipo de protección, estamos a la intemperie, y solo Dios nos cuida”.

Home Depot dijo a CNN que no es notificado cuando ocurrirán operativos de ICE ni participa en la coordinación, y debe seguir las leyes locales y federales. Cuando llega un agente de ICE, Home Depot pide a los empleados informar sobre incidentes y evitar interacciones con funcionarios de inmigración.

El papel de Home Depot como uno de los sitios de contratación más grandes del país para jornaleros—y un blanco fácil para redadas de ICE—proviene de fuerzas sociales y económicas más amplias, incluido el crecimiento de la inmigración ilegal, los cambios en la industria de la construcción, el dominio de la empresa y el ciclo de auge y caída del mercado inmobiliario.

“Los jornaleros han surgido como una fuerza laboral bajo demanda en Home Depot como resultado de estas grandes tendencias”, dijo Nik Theodore, profesor de políticas urbanas en la Universidad de Illinois Chicago y uno de los principales investigadores sobre jornaleros del país. Pero “Home Depot es parte de esta historia. No son solo observadores inocentes. El éxito de la empresa ha ayudado a crear estas condiciones”.

Para muchas personas, la imagen de jornaleros esperando trabajo fuera de Home Depot se ha convertido en uno de los símbolos más visibles de un sistema migratorio roto. Grupos antiinmigrantes como el Minuteman Project y Save Our State protestaron fuera de las tiendas de Home Depot en California a principios de los 2000. El ex alguacil del condado de Maricopa, Joe Arpaio, realizó redadas fuera de tiendas en Phoenix durante sus campañas contra la inmigración.

“Ha habido varios momentos en los que los sitios de contratación de jornaleros se han convertido en un foco de política, protesta y hostilidad antiinmigrante”, dijo Theodore. “Esta parece ser una de esas épocas nuevamente”.

No existen datos nacionales sobre los jornaleros. Pero un estudio de 2006 realizado por Theodore y otros investigadores estimó que entonces había alrededor de 117.000 jornaleros que se congregaban en tiendas de mejoras para el hogar de EE.UU., gasolineras y otros comercios minoristas cualquier día dado. Es probable que las cifras sean mayores ahora, dicen los expertos.

Los jornaleros forman parte del “modelo de negocio de Home Depot”, dijo Chris Newman, director legal de la Red Nacional de Organización de Jornaleros (NDLON, por sus siglas en inglés), un grupo de defensa de los jornaleros. “A los jornaleros les encanta Home Depot. Y a las ganancias de Home Depot le encantan los jornaleros”.

Home Depot dijo que era “incorrecto” que los jornaleros fueran parte de su modelo de negocio, fundado hace más de 40 años. “Home Depot era un nuevo concepto de venta minorista basado en el servicio al cliente, el valor y la autoridad del producto, los cuales aún guían nuestro negocio”, dijo un portavoz.

Pero la expansión de Home Depot ha coincidido con el crecimiento de la fuerza laboral de jornaleros, especialmente en la construcción.

“No sentimos que sea un problema de Home Depot”, dijo un directivo de Home Depot en 1997 en uno de los primeros artículos sobre jornaleros congregándose en tiendas de Los Ángeles. “Pero reconocemos que estamos asociados con ello”.

Home Depot apoyó el auge de las remodelaciones de viviendas por cuenta propia durante los años 2000, lo que llevó a los entusiastas del bricolaje a buscar jornaleros calificados en las tiendas para que les ayudaran con proyectos de remodelación o instalación de electrodomésticos.

Con tiendas estratégicamente ubicadas cerca de centros de construcción en zonas urbanas y suburbanas de clase trabajadora, el modelo comercial de la empresa atendía a contratistas pequeños más que Lowe’s, True Value y Ace Hardware. Los clientes “Pro”—como contratistas generales, pequeños constructores y oficios especializados—constituyen la mitad de los aproximadamente US$ 160.000 millones en ventas anuales de Home Depot.

Pero el éxito de Home Depot también eliminó una fuente importante de ganancias para los contratistas. La popularidad de la cadena desplazó a las tiendas más pequeñas, lo que significó que los contratistas ya no podían ganar dinero comprando suministros a precio mayorista y luego aumentando los precios para los clientes. Eso obligó a los contratistas a ahorrar dinero donde podían, impulsando la demanda de una fuerza laboral de bajos salarios y contingente.

“El costo de la mano de obra se volvió el factor decisivo para que un contratista ganara una licitación o no”, dijo Theodore. “Debido a la necesidad de contratar gente por demanda, se formaron mercados laborales afuera de Home Depot”.

Este grupo de mano de obra barata y flexible ha ayudado a que la volátil industria de la construcción cubra un vacío, especialmente durante ciclos de vivienda fuertes. La industria de la construcción tiene una escasez de casi 500.000 trabajadores, según la Asociación de Constructores y Contratistas, un grupo gremial.

Aproximadamente el 30 % de los trabajadores en la industria de la construcción son inmigrantes, con tasas más altas en estados como Texas, Nueva York y California. Más del 20 % de toda la fuerza laboral de la industria es indocumentada, según estimaciones del think tank progresista Center for American Progress.

El auge de los jornaleros ha creado problemas delicados para Home Depot.

Estos trabajadores operan en la línea difusa entre espacios privados y públicos, y plantean preguntas sobre las protecciones laborales de los jornaleros y la seguridad pública. Pero las políticas de la empresa y el Gobierno local sobre estos temas suelen estar fragmentadas.

Por ejemplo, algunas ciudades han prohibido solicitar trabajo en calles y aceras públicas, mientras que otras han llegado a ver a los jornaleros como parte de los negocios de grandes tiendas de mejoras para el hogar. Los Ángeles en 2008 aprobó una ley que exige que las nuevas grandes tiendas de mejoras para el hogar brinden refugio y servicios básicos a los jornaleros. La ciudad de Nueva York y otras han ayudado a financiar centros para jornaleros.

Pero dos de los cofundadores de Home Depot — Bernard Marcus, quien falleció el año pasado, y Ken Langone, quien ya no tiene ningún papel en la empresa — han sido importantes donantes de Trump y defensores declarados de su agenda.

Y aunque Home Depot tiene una política oficial de no solicitación en sus tiendas, su aplicación queda a discreción de los gerentes de cada tienda y del personal de seguridad. Algunas tiendas específicas sí toman medidas enérgicas contra los jornaleros que esperan afuera si hay problemas en los estacionamientos, o si reciben quejas de clientes o legisladores.

Los grupos sin fines de lucro que organizan a los jornaleros y abogan en su nombre, conocidos como centros de trabajadores, se formaron para erradicar el robo de salarios y las violaciones entre esta fuerza laboral altamente explotable. Los centros de trabajadores a menudo tienen relaciones inconsistentes con la empresa.

El año pasado, un Home Depot en New Rochelle, Nueva York, comenzó a patrullar el estacionamiento con guardias de seguridad y perros, y dos jornaleros fueron arrestados por allanamiento, dijo Jackeline Agudelo, directora ejecutiva del United Community Center of Westchester. Las detenciones motivaron manifestaciones afuera de la tienda.

Agudelo dijo que el grupo había trabajado con los jornaleros allí por más de una década y “tenía una muy buena relación con Home Depot hasta que llegó el nuevo gerente”.

“Home Depot debería haber sido más solidario con los jornaleros porque en realidad estaban trayéndoles clientes”, añadió.

Home Depot no comentó sobre la tienda de New Rochelle.

Que los jornaleros eviten Home Depot tiene implicaciones tanto para los trabajadores como para el negocio del gigante minorista.

“Es muy triste. Estas son personas que han estado aquí durante décadas. Son propietarios de viviendas y personas que pagan sus impuestos”, dijo Agudelo. “Están haciendo los trabajos que nadie más quiere hacer, sin ningún beneficio”.

Grupos comunitarios y simpatizantes de los jornaleros están tratando de presionar a Home Depot para que establezca lugares dedicados en las cercanías de las tiendas para los jornaleros, y que niegue la entrada de ICE a los estacionamientos privados sin una orden judicial.

Algunos simpatizantes están amenazando con boicots, lo que podría perjudicar a Home Depot si los clientes de bricolaje disminuyen su gasto y la empresa intenta aumentar su negocio con contratistas.

“Home Depot no hablará por nosotros para decir que no estamos haciendo nada malo. Solo estamos buscando trabajo”, dijo el jornalero indocumentado en Nueva Jersey.

Pero es un trabajo difícil, y los propietarios de viviendas y contratistas que emplean a los jornaleros a veces se aprovechan de ellos. No hay una tarifa establecida al inicio de un proyecto para un día de trabajo, que a menudo se extiende hasta 10 horas, y los contratistas se han ido sin pagar, dijo el jornalero. Sin embargo, paga mejor que otros trabajos que puede encontrar.

“Principalmente, esos trabajos en Home Depot pagan mejor que en los restaurantes. Pero ahora, viendo la situación, es mejor buscar trabajo en un restaurante”, dijo. Sin embargo, “todavía existe la posibilidad de que ICE aparezca en un restaurante y nos detenga”.

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