
En un contexto de tensión política en Estados Unidos, la selección nacional de fútbol de México, el Tri, se mantiene como un vínculo emocional fuerte para millones de mexicanos en el extranjero. El fútbol mexicano no solo representa deportes; también genera identidad, pertenencia y un sentido de arraigo para quienes residen lejos de su hogar.
México ha logrado nuevamente coronarse campeón de la Copa Oro, defendiendo con éxito el título de 2023 y asegurando un histórico doblete de títulos consecutivos en la CONCACAF.
Las redes sociales se llenaron de mensajes de alegría y orgullo tras la victoria. Aunque fue en un campo de fútbol, este triunfo simboliza un respiro emocional y un recordatorio de que la identidad y la esperanza de la comunidad mexicana continúan vivas.
Han pasado al menos seis años desde que la selección mexicana lograra una victoria contundente sobre Estados Unidos. En esta edición de la Copa Oro, ambos equipos no se encontraron en la final, ya que el equipo estadounidense fue eliminado en semifinales por Panamá.
Durante el campeonato, los aficionados vieron a Raúl Jiménez consolidarse como un ídolo del Tri, aunque las expectativas eran altas, ya que muchos esperaban que se acercara o superara el récord de goles de Javier “Chicharito” Hernández.
La esperanza de la selección también recae en Gilberto Mora, un joven promesa de 16 años que hizo historia al convertirse en el jugador más joven en disputar una final internacional con la selección mayor, superando el récord previamente establecido por el español Lamine Yamal en la pasada Eurocopa.
Mora, nacido el 14 de octubre de 2008 en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, actualmente milita en los Xolos de Tijuana, donde debutó bajo la dirección del exentrenador de la Selección Mexicana, Juan Carlos Osorio.
El partido comenzó con un gol de Chris Richards, quien casi anota en los primeros minutos al acariciar el travesaño. Sin embargo, al minuto 26 del encuentro, Raúl Jiménez recibió un excelente pase de Marcel Ruiz y, con un remate de zurda, anotó el primer gol, dejando sin oportunidad al guardameta estadounidense.
Posteriormente, en una jugada iniciada por Alexis Vega, Edson Álvarez selló el resultado con un gol más que fue revisado por el VAR por una posible mano, pero finalmente fue validado.
El siguiente compromiso oficial de México será durante el Mundial de 2026, donde buscará dejar una huella importante como anfitrión, ante su afición local.
A pesar de los desafíos institucionales, incluida la reciente salida del presidente de la Federación Mexicana de Fútbol, este nuevo título es un hito significativo que ofrece un poderoso símbolo de orgullo y esperanza para la comunidad mexicana que reside en Estados Unidos.
A lo largo de los años, el Tri ha enfrentado críticas por parte de su afición en territorio estadounidense. Además del descontento vinculado a los resultados deportivos y decisiones cuestionables dentro de la federación y la Liga MX, hay un malestar creciente en torno a la escasa presencia del equipo en casa.
El impacto económico generado por el anhelo hacia un país del cual muchos no pueden regresar ha alimentado un descontento palpable. Esto se refleja en abucheos y en la polémica expresión del “grito” durante los partidos cuando el equipo falla en sus objetivos.
No obstante, durante esta edición de la Copa Oro y después de años de frustraciones, México logró revertir una situación adversa frente a la selección estadounidense. Este triunfo trasciende lo deportivo, resonando con la realidad de una comunidad mexicana que lucha por cambiar su destino, enfrentar adversidades y salir victoriosa frente a un gobierno que, presuntamente, compromete su bienestar.
Fuente original: Noticias New Mexico
Por Alan Tiscareno
24 Dec, 2025




